Yo te encontré abierto
Y supe que yo era tú llave
Me entregué sin llavero ni copia
Sólo con la ilusión
De ser la única
Más tú eras un candado universal
Y cualquier llave, alambre o palillo de dientes
Te abría de par en par
dejaste la puerta abierta
Cualquiera podía entrar
El que juega a ser extrañado
corre el riesgo de ser olvidado
Y antes de lo que se pensaba
Te perdiste en un mar de candados cerrados
tan iguales y tan inútiles
Enviado desde mi Nokia
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