Soy tan niña
y tu eres tan hombre
plantas en mi
ideas de cambios
como estacas de amapolas
verdes
en algún fértil jardín
mi intensidad no compensa
mi falta de atención a los detalles
ni mi interes
es comparado
por mi falta de constancia
me he vuelto desordenada
mientras voy y vengo
porque aun creo que soy niña
dice la mujer del espejo
entonces
mi necesidad se marchita
el miedo a que me lastimes
se evapora como agua de lluvia
la aceptación
es una planta de grandes raices
y acepto
que cualquiera que sea el desenlace
esta bien,
porque ya no soy niña
puedo manejar
el sentimiento de perdida
y puedo maravillarme
sin perder el norte
voy a intentarlo,
dice la mujer del espejo
mientras la niña sigue contando
mariposas
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