que olvide cuando
tus dedos eran candados
y hablamos
de olas caribeñas
mientras me a recostaba
a tu pecho
y se abria de par en par
nuestros corazones
en una hamaca
debajo de un almendro
duerme
nuestro tiempo
se fue
con la misma velocidad
de un caracol
en andadera
y me siento así
quemada por el sol
salada por el agua
triste por las olas
amada por Dios
olvidada por ti
confundida por las corrientes
separandome de un idea
que nunca fue más que un boceto
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