A siempre decir gracias
Y dejar de enojarme
Por pequeñeces
Porque me gustaba
Oírte aunque me venciera
El sueño
Y tú me hablaras dormida
Por ver las cosas tan simples
Como la sal y el mar
Por ayudarme a ser mejor
Y todo el aliento que me dabas
Por creer en mi
Cuando nadie lo hizo
Por confiarme tus secretos
Y abrazarte como una almohada
Por ver películas de miedo
En la fortaleza de tus brazos
Por dejarme ser como yo soy
Y aceptarme sin ningún pero
Por dejarme ir
por permitirme llegar
Porque nunca cortaste mis alas
Ni dudaste de mi vuelo
Por tú dulce compañía
Por tú amor tan estridente
Por contar estrellas y constelaciones
Con nombres de fantasía
Gracias
Por tú tiempo
que se convirtió en nuestro tiempo
como un botón que se convirtió en rosa
Enviado desde mi Nokia
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